Cuéntale a los niños la verdad.

Últimamente soy una chica vulnerable, nada más que eso.
Al perderte me perdí.
Hoy gobierna mi mente solo una persona a la cual tendría que haber sacado de mi vida hace mucho, darme cuenta que nunca me hizo bien, o si, pero, cuánto tiempo? Un mes? Dos? Mas de eso no, todo lo demás era sufrir. Me gustaría sacarlo fácilmente de mi, pero me es imposible, todo me hace recordarlo. Tengo que dejar de rescatar lo “bueno” de todo lo que fue nuestra relación, si pongo en una balanza lo bueno y lo malo, gana por goleada lo malo. Pero… su sonrisa dejo una cicatriz en mi.
Soy débil ante mi debilidad.
JAMAS le falle, JAMAS. Siempre fui transparente, siempre le fui de frente sin ninguna careta, pero él, el no dejaba de sorprenderme, de mostrarme todas sus caras. Nada era suficiente, nada lo llenaba, ya era flaco, que seas feliz. Es la ULTIMA entrada que te dedico, adiós.
Me persigue lo que se fue.

Y cada vez me siento más disconforme conmigo misma, el conflicto es interior. Siento que a ningún hombre puedo atraer, creo que cualquiera me supera, cualquiera es más linda, cualquiera tiene más chances que yo. No me quiero. Tengo que cuidarme de mi misma, dejar de lastimarme.
Vivo sin vivir en mi.
A veces casi nunca me entiendo.